Carolina Herrera es una de las mujeres más emblemáticas en la historia de la moda; sus más de cuatro décadas en la industria de la alta costura lo comprueban.
Su cumpleaños número 84 se acerca, mismo que se celebrará el próximo de enero 8 de enero. Para festejar su legado como diseñadora de modas, empresaria y actriz, te presentamos un listado de 5 enseñanzas de liderazgo que toda emprendedora debe aprenderle a Carolina Herrera.
5 lecciones de liderazgo de Carolina Herrera
- Nunca es tarde para emprender
“Lo imposible no existe para una mujer, solo le toma tiempo conseguirlo“, dijo alguna vez la originaria de Caracas, Venezuela; con justa razón pues inició en el mundo del arte de las telas a los 42 años, pero eso no le impidió obtener reconocimiento, aún en una época en la que el trabajo femenino se veía contaminado de estigmas patriarcales.
- Para ser una líder hay que tener conocimientos y ser profesional
“La educación es el principal vestido para la fiesta de la vida“, es una de las frases más celebres de la originalmente llamada María Carolina Josefina Pacanins Nino, quien demuestra que toda líder deberá tener bagaje en su área para defenderse y una semblanza profesional inquebrantable.
- Liderazgo con elegancia
“La elegancia no está definida únicamente por la ropa que usas. Está en cómo te mueves, cómo hablas y lo que lees“, es un enunciado de Carolina Herrera que recuerda el valor del porte y la imagen que debe proyectar una empresaria exitosa de manera integral, tanto desde el exterior como con sus palabras y acciones.
- Revolucionar las convenciones
“La moda siempre ha sido una repetición de ideas, pero lo que hace la diferencia es la forma en la que las juntas“, así la modista deja en claro que, aunque en en el giro empresarial pueda parece que todo ya se ha hecho, siempre habrá posibilidad de revolucionar e innovar con un cambio en el enfoque o el reacomodo de los factores.
- Enorgullecerse totalmente de lo que somos
“Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado, sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado y asumo mis contradicciones“, finalmente, el liderazgo exige la madurez suficiente para hacerse cargo de la trayectoria de uno mismo y celebrar tanto los fracasos como los triunfos; de todos ellos nos hemos construido como las personas que somos.