Seis estudios transforman la experiencia gastronómica con diseños inspirados en los años veinte
Por María Eugenia Rivas
En la edición 2025 de Millesime GNP, la arquitectura y la gastronomía se entrelazan para crear una experiencia inmersiva que rinde homenaje a los años veinte. Seis estudios de arquitectura mexicanos han aceptado el desafío de diseñar restaurantes efímeros que capturan la esencia de una época marcada por el optimismo, la transformación y la búsqueda de identidad.

Galería Pedro Ávila: El Templo del Buen Vivir
Para Osvaldo Sánchez, Enid Sánchez y Pedro Ávila, Millesime representa la oportunidad de reinterpretar el concepto de lujo. “El lujo ahorita lo queremos reinterpretar, en el que el lujo es también la vida que estamos llevando”, explica el equipo, que participa por segunda ocasión en el evento con un restaurante.
Su propuesta se centra en crear un templo para chefs con estrella Michelin, un espacio donde la arquitectura actúa como complemento perfecto para la alta gastronomía. “Somos realmente un complemento para el chef. Es un homenaje, es el templo de la comida lo que vamos a crear nosotros”, afirman, subrayando que su labor es generar experiencias donde el comensal pueda apreciar la belleza en todas sus formas: el buen comer, el escuchar, el observar.

De Raíz: Remembranza y Empoderamiento
El concepto “Remembranza” de De Raíz marca su debut en Millesime con una narrativa centrada en el empoderamiento femenino. Salvador Hidalgo y su equipo exploran el papel transformador de la mujer en los años veinte, una época de rebeldía y cambio social.
“Queremos demostrarlo en nuestro espacio. Nuestro concepto y restaurante se llama Remembranza, y podrán justo imaginar y remontarse a esas épocas y vivirlas como son en el día de hoy, de forma contemporánea”, describe Hidalgo. Como punto focal, preparan un performance en el espacio central que acompañará la degustación, creando un homenaje viviente a las mujeres que marcaron esa década dorada.

CRB Arquitectos: El Movimiento Como Concepto
Sebastián Canales y Javier Rivero Borrell de CRB Arquitectos llevan a Millesime una perspectiva distintivamente mexicana de los años veinte. Más allá del glamour del Art Déco y la época de Gatsby, su mirada se posa en el México post-porfiriato, la revolución industrial y ferroviaria.
“Quisimos hacer un pensamiento un poco más fuera de la caja y nos enfocamos mucho en México, que es una época post-porfiriato donde vino mucha revolución industrial, revolución ferroviaria, aérea. Mucho movimiento en el país y es justo lo que quisimos reinterpretar”, explica Rivero Borrell.

El reto es singular: diseñar sin conocer al chef ni el menú. “Creo que el reto y lo divertido aquí es hacer una arquitectura muy ligera, muy amigable y buscar mucho enfoque a través de los layouts, a través de iluminación, buscar darle su lugar a la comida”, describe Canales. Para este despacho que cumple una década de trayectoria, Millesime representa su debut en arquitectura efímera.

Estudio James Almau: La Memoria Sobre la Permanencia
Mauricio Galeano trae la experiencia de un estudio que descubrió el mundo efímero hace años. Su filosofía invierte la lógica tradicional de la arquitectura: “Tenemos que construir algo en muy poco tiempo para que se quede en la memoria de las personas por largo tiempo. Es al revés”.
El estudio encuentra en los años veinte un tema “cachondo, divertido”, como lo describe Galeano, explorando ese tiempo entre guerras donde la revolución industrial llegó al ciudadano común. “Viene toda esa ebullición que termina en niveles de alegría y de querer llevar lujo a todo esto, que empiezan a generar el Art Déco”, explica, destacando esa transición entre la ornamentación del pasado y el minimalismo moderno.
Para James Almau, la arquitectura ya no puede estar desligada de la gastronomía: “Tú al final duermas, comas, corras, hagas lo que hagas, de algún modo siempre estás atado a un espacio”.
Módica Ledezma: El País en Construcción
Carlos Ledezma, socio de Módica Ledezma, aborda su primera experiencia en Millesime como un ejercicio de abstracción espacial. “Queremos comunicar ese dinamismo a través de un país en construcción”, describe, buscando capturar el optimismo y la vanguardia de una época de cambios tecnológicos.
Su propuesta equilibra elementos aparentemente contradictorios: dinamismo y serenidad. “Queremos ser un tanto silenciosos para lograr un ambiente de serenidad que le dé el marco perfecto a una experiencia culinaria donde los sentidos tienen que estar enfocados en el protagonista que es el alimento”, explica Ledezma.
El concepto se materializa en ambientes de claroscuros, elegancia dorada y el uso mínimo de elementos para lograr máxima capacidad ambiental. “No queremos hacer una escultura que tiene alimentos, sino ser un vehículo”, subraya, entendiendo que en la arquitectura efímera la permanencia radica en la memoria colectiva.
RL Estudio de Espacios: México, Modernismo y Muralismo
Roberto López, Abril Ramírez y Judith González de RL Estudio de Espacios debutan en Millesime con una propuesta profundamente mexicana. Su “Salón MMM” (México, Modernismo y Muralismo) explora el México de 1920 como un país post-revolucionario en búsqueda de identidad.
“1920 México es un México que está en búsqueda de una identidad, en búsqueda del respeto de la cultura, del indigenismo que resalta y resurge en esta época”, describe López.
El concepto trasciende lo histórico para establecer un diálogo con el presente: “Entendimos la importancia del muralismo en la actualidad. Estamos haciendo una analogía sobre esa parte del arte en 1920 con el arte actual”.
Para materializar esta visión, han invitado a artistas mexicanos contemporáneos, creando un puente entre dos momentos históricos de transformación cultural.

El Arte de lo Efímero
Lo que une a estos seis estudios es su comprensión de que la arquitectura efímera no es arquitectura menor, sino una disciplina que requiere condensar años de experiencia en días de montaje. Como afirma Galeano: “Montamos todo en cinco días y luego lo disfrutamos tres y se destruye en uno. Es como un ciclo de la vida casi, en minúsculo”.
En Millesime GNP 1920, la arquitectura deja de ser telón de fondo para convertirse en parte integral de la experiencia gastronómica, demostrando que el espacio donde se sirve un platillo es tan importante como los ingredientes que lo componen. Los años veinte reviven no como nostalgia, sino como inspiración para repensar el lujo, la experiencia y la identidad en el México contemporáneo.

